“La dificultad del ser humano para renunciar al ‘yo’ en beneficio del ‘nosotros’ es uno de los factores que impiden el funcionamiento de un grupo, y la asignatura pendiente en muchas organizaciones.”
Así de tajante comienza el artículo que la periodista Montse Mateos ha escrito para el suplemento ‘Emprendedores&Empleo’ de Expansión en el que ha colaborado Anabel Obeso, directora general de la división de consultoría de AdQualis Human Results.
Trabajo independiente vs. Trabajo colaborativo
En un momento en el que se impone el trabajo independiente y en remoto, algunas compañías apuestan por métodos colaborativos para fomentar el trabajo en equipo, la comunicación y la creatividad. Esta es una tendencia de sobras conocida en AdQualis. Obeso asegura que las personas que trabajan en grupo asumen distintos roles: “Normalmente se establecen diferentes normas que se aplican en función del proceso evolutivo del grupo: la expectativa, tormenta de ideas, las normas y la aportación de valor”.
Colaboración en los equipos de alto rendimiento
Estos papeles diferenciales se transforman a posteriori en lo que Obeso denomina forming, storming, norming y performing. “La quinta es la que cierra el círculo, sería la high performing, que es la que se da en los equipos de alto rendimiento. En este caso los elementos definitivos son: alineamiento, compromiso, cohesión y propósito”, apunta la directiva de AdQualis.
Además, las diferentes formas de encarar el trabajo difieren en relación a la zona. Mientras que en Europa, y especialmente en España, se apuesta por un trabajo de corte más bien individualista, en Estados Unidos el teletrabajo entendido de una manera estricta empieza a ser residual.
El artículo finalmente ahonda en el largo trayecto que nos queda por recorrer para conseguir aprobar en colaboración.
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