



A nivel personal, existen cambios que amenazan con afectar cada aspecto de nuestras vidas. El divorcio, la pérdida de un familiar o la lucha contra una enfermedad son situaciones difíciles de superar y, por ello, suelen tener un impacto notable también en el ámbito profesional. Hoy recomendamos este artículo de Harvard Business Review en el que se recomienda qué hacer cuando una crisis personal afecta tu vida profesional.
Decide qué es lo que necesitas
Primero, conviene reflexionar acerca de qué se necesita para que el problema personal en cuestión permita mantener un nivel de rendimiento profesional adecuado. Es importante recordar que cada persona necesita algo diferente a la hora de lidiar con una crisis personal. Por ejemplo, mientras que para algunos empleados el trabajo puede suponer un antídoto, otros se beneficiarán de una reducción en el tiempo que pasan en la oficina. La clave para descubrir qué facilitará el proceso es tener en cuenta quién es la persona afectada y cuáles son las características de la crisis que atraviesa.
Comparte sólo aquello que quieras compartir
Antes de contar que estás atravesando una crisis personal, conviene determinar hasta qué punto estás dispuesto a compartir los detalles acerca de ésta. Para ello, se puede evaluar la cultura de la empresa y la relación con los compañeros. En algunos casos, estos dos elementos llevan a una persona a querer salvaguardar la privacidad al máximo. Puede ocurrir, por ejemplo, debido al miedo a perder un puesto o debido al estigma asociado con algunas enfermedades. En todo caso, está en tus manos compartir más o menos acerca de tu vida personal.
Pide ayuda para temas específicos
Con suerte, tendrás algunos compañeros que enseguida se ofrecerán a ayudar con todo lo que puedan. Pero no siempre resulta obvio qué es exactamente aquello con lo que necesitas que te echen una mano. En este sentido, es recomendable definir la tarea en cuestión y fijar una fecha límite para su entrega. Por ejemplo, puedes pedirle a un compañero que termine un informe mensual en concreto antes de que acabe la semana.
Avisa a tus superiores
Si tienes una relación estrecha con tus superiores, puede ser de ayuda contarles tu problema para que te ayuden a decidir cómo gestionar el volumen de trabajo mientras atraviesas un momento difícil. En otros casos, es mejor averiguar por tu cuenta cómo vas a afrontar la situación a nivel profesional y después dirigirte a tus superiores. Por ejemplo, a tu jefe le puede interesar saber qué días piensas ausentarte, o qué compañeros se encargarán de completar tus tareas mientras no estés.
En definitiva, no es de extrañar que una crisis personal se convierta en un obstáculo para el normal funcionamiento de un empleado en la oficina. Para minimizar el impacto, recuerda que no hace falta compartir cada detalle de tu situación con toda la oficina, pero sí conviene aceptar la ayuda de los demás cuando sea necesario.