Artículos 02 febrero 2021

Qué competencias impulsar para ofrecer valor añadido a las organizaciones en tiempos de COVID-19

Mariona González. Business Development, AdQualis Talent Search.

En medio de esta crisis sanitaria, los mercados y en consecuencia las empresas y el tejido laboral han tenido que adaptarse a las nuevas necesidades en un tiempo récord. Frente a la necesidad de adecuarse al nuevo contexto, las organizaciones han requerido que sus empleados adaptasen sus habilidades para mantenerse al día y poder obtener resultados positivos. En este sentido, hemos comprobado como el capital humano de las empresas ha tenido que aprender y reciclarse en competencias digitales a pasos agigantados aunque quizás las generaciones de Millenials y Generación Z han jugado con un poco de ventaja al haber crecido ya inmersos en este entorno más tecnológico.

Sin embargo, momentos como el actual es donde toman especial relevancia las competencias denominadas soft skills. Aquellas habilidades interpersonales que día a día van sumando prevalencia en los puestos de trabajo. Unas competencias que son transversales a todas las generaciones y que se pueden trabajar, como todas las habilidades.

Las empresas necesitan, más que nunca, competencias de sus equipos que aporten un mayor valor añadido a las naturalmente técnicas, propias de cada profesión, y más aún enfrentándonos a un entorno laboral que debe adaptarse a constantes cambios. Cómo afrontar los desafíos venideros, ser lo suficientemente ágil para adaptarse a las nuevas situaciones o cómo poder ver las situaciones desde nuevos puntos de vista son cualidades cada día más exigidas por los profesionales reclutadores.

La capacidad de liderazgo siempre ha sido fundamental en las organizaciones, pero en este nuevo contexto, se nos exige un nuevo liderazgo con visión emprendedora, con capacidad de asumir nuevos retos, de adaptarse y rápido a las nuevas exigencias del mercado y por encima de todo, de saber gestionar personas más allá de los proyectos para poder sobrevivir y crecer.  

Ello va muy ligado a mantener una mentalidad creativa e innovadora, en tanto en cuanto los problemas y escenarios a los que nos enfrentamos lo son. Es fundamental que nuestra mentalidad sea resiliente, con gran adaptación a cambios constantes y que nos ayude a afrontar los desafíos para convertirlos en oportunidades. Por ello, también está muy valorada la capacidad de anticiparse a los problemas y de buscar amplias soluciones orientadas también a la obtención de resultados.

La capacidad de trabajo en equipo, y con equipos multidisciplinares, es algo fundamental que ofrece además la posibilidad de compartir conocimientos y aprender de los demás. En este sentido la empatía y las habilidades comunicativas son esenciales, tanto para el equipo interno que es necesario gestionar como para el exterior con colaboradores, partners y stakeholders.

Cada vez más se incorporan aspectos como el compromiso, frente a compañeros y clientes, el cuidado del medioambiente y la implicación con el ámbito social en el que vivimos. Esto es algo ya propio del momento actual, donde los profesionales valoran ciertos comportamientos de las organizaciones en las que trabajan a la hora de implicarse con ellas.

No cabe duda de que la importancia por el cuidado por el medio ambiente, la sostenibilidad y las energías renovables son unas nuevas preocupaciones que están abriendo paso a una nueva manera de hacer las cosas desde las compañías, con un enfoque de responsabilidad compartida desde este enfoque, aunque aún queda mucho camino por recorrer en este sentido.

Si bien, las competencias aquí nombradas no son nuevas ni para los headhunters ni para las personas que aplican a una posición, la pandemia ha acelerado la necesidad generalizada de contar perfiles de este tipo para ayudar a las organizaciones a hacer frente a un entorno VUCA, que parece que nos acompañará durante un largo periodo, e impulsarlas hacia un nuevo paradigma.

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